Para el Día Internacional de la Mujer, 8 de marzo de 2012,
Michelle Bachelet, la Directora Ejecutiva de ONU Mujeres, hace un llamado a la participación
igualitaria de las mujeres en todas las esferas de la vida.
El Tema de este año 2012 es "Habilitar a la mujer campesina-Acabar con el hambre y la pobreza"
«Invirtiendo en las mujeres rurales; eliminando la
discriminación de que son objeto en la legislación y en la práctica; asegurando
que las políticas respondan a sus necesidades; brindándoles acceso en pie de
igualdad a los recursos y proporcionándoles una función que desempeñar en la
adopción de decisiones.»
Secretario
General, Ban Ki-moon
En reconocimiento de su papel fundamental y su
contribución, el lema de este año del Día Internacional de la Mujer 2012 es
Habilitar a la mujer campesina-Acabar con el hambre y la pobreza.
Las mujeres rurales representan un papel
fundamental en las economías tanto de los países en desarrollo como de los
desarrollados, pues contribuyen al progreso agrícola, mejoran la seguridad
alimentaria y ayudan a reducir los niveles de pobreza en sus comunidades.
Estas mujeres constituyen el 43% de la mano de
obra en el campo, cifra que llega a ser del 70% en algunos lugares.
La desigualdad entre los géneros y el acceso
limitado al crédito, la salud y la educación son las principales dificultades
que afrontan las mujeres rurales. Se calcula, por ejemplo, que el 60% de las
personas con hambre crónica son mujeres y niñas. La crisis alimentaria y la
económica, junto con el cambio climático, no hacen más que agravar la
situación.
Sin embargo, la Organización de las Naciones
Unidas para la Alimentación y la Agricultura estima que si las mujeres tuvieran
un acceso equitativo a los fertilizantes, las semillas y las herramientas, la
cantidad de personas hambrientas en el mundo se reduciría entre 100 y 150
millones
Las
mujeres rurales constituyen una cuarta parte de la población del mundo. Son
líderes, responsables de la toma de decisiones, productoras, trabajadoras,
empresarias y proveedoras de servicios. Sus contribuciones son vitales para el
bienestar de las familias y de las comunidades, y de las economías locales y
nacionales.
Sin
embargo, los derechos, contribuciones y prioridades de las mujeres rurales han
sido en gran parte ignorados. Las mujeres rurales además han sufrido mucho a
causa de la crisis económica y financiera, la volatilidad en los precios de
alimentos y la agricultura dirigida a la exportación. Ellas necesitan
participar plenamente en los esfuerzos para generar una respuesta ante estas
crisis que están relacionadas entre sí, así como en la toma de decisiones a
todos los niveles.
El momento de actuar es ahora.
Las
mujeres rurales son agentes esenciales del cambio. Su liderazgo y participación
son necesarios para generar las respuestas a los retos para el desarrollo y a
las crisis recientes.
El
financiamiento para el desarrollo rural, la agricultura y el cambio climático
debe de dar prioridad a las mujeres y las niñas rurales.
La
comunidad internacional contribuyó 7.500 millones de dólares en asistencia
oficial al desarrollo para el adelanto rural y el sector agrícola en 2008-2009.
Sin embargo, sólo el 3 por ciento de ese monto fue asignado a programas cuyo
objetivo principal era la igualdad de género, y sólo el 32 por ciento a
aquéllos en que la igualdad de género era un objetivo secundario.
Es
necesario disponer de mayores recursos financieros para el desarrollo rural y
esas inversiones deben responder a la situación y las prioridades de las
mujeres y de las niñas. Los gobiernos deben dar prioridad a los proyectos de
infraestructura como caminos y transporte a los mercados locales, esquemas
comunitarios de agua y fuentes de energía renovable, e invertir en las
iniciativas de las mujeres rurales que promueven una agricultura sostenible y
la biodiversidad. Es crucial garantizar que las mujeres rurales se beneficien
por igual del financiamiento actual y futuro para apoyar el desarrollo rural,
la agricultura y la mitigación y adaptación al cambio climático.
También
es necesario garantizar que los funcionarios de gobierno y los proveedores de
servicios tengan la capacidad de utilizar las herramientas disponibles,
incluyendo los presupuestos con una perspectiva de género para el desarrollo,
la implementación, el monitoreo y la evaluación de un desarrollo rural,
políticas y programas agrícolas, creación de infraestructuras y suministro de
servicios que tengan en cuenta las cuestiones de género.
No son
suficientes las intervenciones ad hoc; el amplio entorno de las políticas debe
tener en cuenta los derechos y las necesidades de las mujeres y las niñas
rurales.
Se ha
prestado una atención insuficiente a la situación de las mujeres rurales y las
respuestas de políticas han sido, por lo general, esporádicas y limitadas en su
alcance. El empoderamiento de las mujeres rurales requiere estrategias
exhaustivas que atiendan los numerosos obstáculos a los que se enfrentan. Los
responsables de las políticas deben, por lo tanto, adoptar un enfoque
sistemático para empoderar a las mujeres rurales. También deben asegurarse de
que las prioridades de las mujeres rurales estén reflejadas en todos los
procesos internacionales, nacionales y locales de gobernanza, incluyendo la
creación de políticas, la administración pública, el suministro de servicios y
los mecanismos de financiamiento y de rendición de cuentas. Debe darse
prioridad a las mujeres y las niñas rurales en el desarrollo rural y en las
políticas y programas agrícolas, en los planes nacionales de desarrollo y en
las estrategias de reducción de la pobreza a fin de alcanzar el acceso
equitativo de las mujeres a los recursos productivos, los servicios esenciales,
las oportunidades de empleo y las tecnologías que economizan la mano de obra.
Los Estados deben abolir las leyes y cambiar las políticas que discriminan
contra las mujeres y las niñas rurales, así como las que limitan los derechos
de las mujeres a la tierra, la propiedad y la herencia o que restringen sus
capacidades jurídicas.
Es
necesario contar con acciones decididas y con una firme rendición de cuentas
para hacer avanzar los derechos, oportunidades y participación de las mujeres
rurales.
Hay que
incrementar las alianzas mundiales para cumplir los compromisos internacionales
de hacer avanzar los medios de vida y los derechos de las mujeres rurales. La
56ª sesión de la Comisión de la Condición Jurídica y Social de la Mujer es una
ocasión para obtener el consenso de los gobiernos y de la sociedad civil sobre
las medidas urgentes que son necesarias para marcar una diferencia real en las
vidas de millones de mujeres rurales. Las recomendaciones de políticas que sean
adoptadas por la Comisión tendrán que ser plenamente ejecutadas en el ámbito
nacional. Tendrán además que ser retomadas en otros importantes foros de
políticas como la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Desarrollo
Sostenible (Rio+20).
El
compromiso a nivel internacional tendrá que ir seguido de medidas exhaustivas
sobre el terreno y habrá que adoptar mecanismos eficaces de rendición de
cuentas; las mujeres y las niñas rurales no pueden esperar y los gobiernos no
deben defraudarlas. Las organizaciones no gubernamentales y las organizaciones
comunitarias de mujeres son esenciales para crear conciencia entre las mujeres
y las niñas rurales sobre sus derechos, así como las responsabilidades y
obligaciones de los gobiernos nacionales y locales a la hora de respetar, proteger
y promover esos derechos.
Fuente:
http://www.un.org/es/events/womensday/
http://www.unwomen.org/es/?p=1173
La mujer debe seguir adelante. Feliz Día.
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